Artículo por:Juan José Romero Martínez
Creo que de chicos todos tuvimos un oso de peluche favorito, formó parte de nuestra infancia y tenemos innumerables recuerdos jugando con ellos, me atrevería a decir que, de los peluches, el más popular era el oso; ya sean chiquitos o grandes, todos jugamos con ellos, los abrazamos y los cuidábamos con mucha estima.
Hoy que es día mundial del Oso, me di a la tarea de buscar información para hacer una nota sobre los osos en México y hablar de su distribución y hábitat, pero me encontré con la amarga sorpresa: a los osos reales no los hemos cuidado tanto como los de peluche.
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Hace 100 años en México existían dos tipos de osos: el Oso negro (Ursus americanus) y el Oso Grizzlie (Ursus arctos nelsoni) . Estas especies habitaban en las sierras de los estados del norte del país (Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Sinaloa), pero hubo tres factores que en este último siglo impactaron severamente sus vidas, causando incluso la extinción de los osos Grizzlies en México y reduciendo las poblaciones de osos negros drásticamente. El primer factor fue la caza de estas especies, el segundo, fue la pérdida de hábitat por deforestación y el tercero es un poco más complejo y recoge los dos anteriores: fue el conflicto ganadería- osos de mitad del siglo XX. En el sur de EUA y norte de México la ganadería estaba teniendo un auge y prometía el progreso de la región. Eso está muy bien, todos queremos tener un ingreso extra , sin embargo la ganadería ocupa grandes extensiones de tierra, haciendo necesario muchas veces deforestar para hacer potreros y pastizales, reduciendo así el hábitat de los osos, pero su extinción se debió a que, como buen depredador que son los osos , empezaron a comerse el ganado y eso molestó a los ganaderos, para ellos la mejor solución era exterminarlos . Así, entre 1961 y 1964 en el norte de México y sur de USA hubo una caza masiva de osos, donde las poblaciones de osos Grizzlies se redujeron a cero, de modo la variante mexicana se extinguió.
Actualmente solo nos queda cuidar a los osos negros, que están fuertemente amenazados y, a pesar de que llevan años protegidos bajo la NOM-059 de SEMARNAT, no ha sido suficiente para frenar el deterioro de su hábitat y disminución en sus poblaciones. Al igual que con en el caso anterior, los osos negros también han tenido fricciones con productores agropecuarios y, además de ataques al ganado, también se tiene registrado que provocan daños en huertas frutales y en cultivos de maíz.
La buena noticia es que SÍ se puede llegar a un balance y es por eso que nosotros traemos alguna ideas a la mesa que podrían ayudar a que la situación mejorara, para los siguientes puntos nos hemos basado en diferentes artículos de divulgación, artículos científicos y tesis de posgrado. (Aunque se presentan en forma de lista, todas tienen igual de importancia y, en general, podrían ser aplicados a la conservación de muchas especies más)
6.- Para alejar a los osos de las huertas y corrales, se pueden poner alarmas que los alejen, focos que se prendan cuando se acerquen, algún tipo de barrera física que no los lastime, poner perros guardianes que los disuadan de entrar. Contar con seguros/subsidios para perdidas económicas por osos, todo con el fin de no buscar una solución tan radical como matarlos.
Ahora que conoces algunas acciones, compártelas con tus contactos y si conoces más alternativas o ideas para su preservación no dudes en hacérnoslas saber.